Hoy, que las gotas de lluvia son como perlas
y vienen a romper a mi ventana
te siento más que nunca en la distancia
recuerdo nuestras bocas siendo hermanas.
Imagino entre las nubes tu cuerpo desnudado
ansioso por conocer las caricias más tempranas
húmedo de amor, de sendas lágrimas
trémulo cuan estandarte antes de una cruel batalla.
Hoy, cuando el viento ha vuelto a resurgir
aliado a la tormenta que no descansa
mis sueños sólo me hablan de ti
y nace en mis entrañas un deseo que me amenaza.
Trae a mi memoria el fulgor de tus cálidos ojos
la imagen trenzada de unos cabellos, los tuyos
que alfombraban mi pecho con su seda
formando una cascada otoñal de risa blanca.
Hoy, que el sol ha perdido su esperanza
que no escucharé el canto del pájaro sobre las acacias
y la tierra me huele a ti
me atrevo a recordar tu piel dorada.
El sabor de unos besos ávidos
que presurosos escapaban
que ya apagados se encendían
para volver a ser ascuas.
Hoy, cuando las sombras me atenazan
cuando la luna inicia su entrada
sé lo que quiero
y voy más allá de las palabras