I
No importa cuantas señales de amor reciba tu joven corazón.
Todas golpean tu rostro,
como las olas del mar
golpean las rocas,
que se encuentran, en sus costas.
II
Y nadie sabe cuantos golpes de luna llena guardan tus costas.
Ni cuanta ira dejas vertida en la arena. Ni cuanto dolor arrastró la espuma del mar a tu alma.
IIi
Si despues de la tormenta
Cuando el sol vuelve a brillar
Sólo te deja ver tus heridas relucientes
Y los escombros de tu mente balbuceantes.
IV
No importa cuántos pétalos de rosa tienen tus bosques
Si hay flores marchitas en tu ventana.
No importa cuántos mensajes de amor escribas, si hay moscas en tu cuarto y borinas de pan sobre tu almohada.
V
Detente y mírate al espejo cuantas veces quieras.
Deja que la pantalla de tu celular se apague.
Porque hay copas de dolor que embriagan despacio, para que sorbo a sorbo se ahoguen tus quebrantos.
No te bebas el último tercio de dolor de este siglo, de un solo trago.
VI
Cambia el sistema operativo en tus manos
Tal vez, una app de sigilo
Limpie tu memoria, no importa cuantos giga bytes tengas.
Actualiza tu entorno, protege tu casa
Guarda un poco de café en tu despensa
Sacude la sal de tus cobijas
Busca, encuentra y atrapa el libre albedrío que se te escapa.
Súbelo al tren de tus quicios, no importa cuántas banderas uses.
Ni cuántos idiomas hables, recoge todas tus pasiones y enciende la radio.
Mbf@vicsof 1621.939am.