Raiza N. Jiménez E.

Clemencia.-

Mi sombra es absoluta conocedora,

de todos mis desvaríos y desmanes.

Nunca pensé que mis ademanes,

me mostraran, tal como soy ahora

o culpable de mis sentires de otrora.

*-*

Nadie es culpable y hoy lo sostengo.

Lo aprendo cada vez que voy y vengo.

Deploro que otro viva en  sufrimiento,

y, más si sufre por castigos incruentos,

más los viejos y niños que mi alma adora.

*-*

¡La vida nos obliga a tener con otros clemencia,

con adultos, viejos y con las demás inocencias!