Fernando Endara

TE ESPERO

Desde que tu no estas,
mi mirada se desvela y sucumbe al alud,

mi ánimo a cada momento se amortece,

mis sueños solo se arrastran al mar rojo.

Mi corazón arde encendido al saberse lejos de tu piel,

las aguas se vuelven turbias, precisan la expiración del mar,

empieza a partirse en dos las galerías del sonido celestial,

toda la tierra se pone crispada y húmeda.

Donde has navegado, quizá surfeando crestas,

por ese camino enjabonado con áureos destellos,

sobre alfombras plateadas de coral,

o en aquel escondite de la línea salpicada sin sol.

Yo te llevo entre mi ser para no perderte,

en los pasos gigantes del tiempo,  

como ave que vuela hacia el horizonte,

esperando se pose tu silueta en cada alborada.