Vuelve como el faro del mar,
vuelve a iluminar la oscuridad.
Vuelve como a la arena la sal,
vuelve en caracolas de cristal.
Vuelve como el sol mañanero,
vuelve a la tierra a despertar.
Vuelve como errante viajero,
vuelve al sendero a acariciar.
Vuelve como diestro arquero,
vuelve la saeta a penetrar.
Vuelve como el fiero lancero,
vuelve el escudo a derribar.
Vuelve como el viento al azar,
vuelve a los árboles a amar.
Vuelve como a mí la soledad,
vuelve cada vez que no estás.
—Felicio Flores