García Lorca
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Oigo acordes de guitarra
voces llenas de flamenco
qué evocando a su Granada
caminan siempre de negro.
El Guadalquivir es fuente
donde bebe tradiciones
de su pueblo y de su gente
y las bebe a borbotones.
Poeta con simbolismo
de gusto muy popular
un cantaor con lirismo
en el arte del amar.
Soplan vientos de la guerra
de la matanza entre hermanos,
en medio su voz de seda
resuena entre los gitanos.
La muerte siempre simbólica
la asocia con el romance
pero la iglesia católica
no le dará opción o chance.
Largo viaje emprendería
para olvidar un amor
y en los negros él vería
a gitanos de color.
Nunca entendió aquella tierra
donde abundan oro y moro,
donde la gente se encierra
en las torres sin decoro.
Encontró más sumisión
en esa Quinta Avenida
del centro de Nueva York
que en la mozuela perdida,
que pese a tener marido
con él al río marchó.
De ella Lorca nos habló,
de esa noche sin olvido.
Recordó su seno blanco,
lo recordó erecto y duro,
tan blanco como el estaño
y a su vez muy tierno y puro.
No halló dónde el Tío Sam
esa pureza andaluza,
de su tierra añoro el pan
de las gitanas su blusa.
La tierra al poeta atrae,
presiente su sacrificio,
disparos y bombas caen;
dos balas son su martirio.
Pero deja sus historias
que cuenta en rimas y versos,
joven se iría a la gloria
poemas lleva hasta el cielo.
Hoy con fuerza recordamos
cada rima, cada verso,
y con Lorca continuamos
unidos a su universo.
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Alfredo Daniel Lopez
02 - 06 - 2021
Barcelona España