I
Hay disturbios en la plaza y besos de odio en el panteón.
Arde el amén en la cuadra.
Las miradas se cruzan, se dan la espalda y el puntapié los alcanza.
¡Holgazanes, cizañeros! Todos ríen, comen y beben.
Puja la demencia, que la razón secuestra.
II
El hostigamiento asalta
El acecho persigue
La intimidación abraza
La intriga entra y sale, cuando quiere de tu casa.
La envidia toca, a tu puerta tres veces.
III
La moral se asusta
La decencia se deprime
Y la honestidad se esconde en las profundas intenciones de la noche.
Parece que los reyes de la selva se equivocaron de estación.
IV
Ahora, la leyenda cuenta que los mirones no son de palo, son espías.
Que la institución te juzga sin conocerte.
Que el juez te encierra, sin culpa.
Que la solución es bipolar.
Que la justicia no es ciega,
ni sorda, ni muda.
Porque baila y se desnuda en las fiestas del Faisán.
V
Donde la moda te seduce
Porque la universidad te preña
con los hombres de su pasado.
El psicologo te idiotiza
y el psiquiatra te envenena con sus recetas de cianuro.
¡Dígame usted, si la ciencia tiene al testigo dopao!.
Mbf@vicsof 2621.10:39a.m.