José Luis Barrientos León

Silencio y anhelos

 

 

El silencio decapitando los sueños, los anhelos

Encontrando el corazón apisonado, sin latidos

En una arritmia inconstante, sin esperas

Demorando el metódico flujo del aire, entre susurros anochecidos

 

Este silencio como piedra, inmutable, sin trinos ni cantos

Como apeteciendo sollozos, o los tiernos suspiros de un gemido

Extraviando miradas en el miserable abrigo del cuarto vacío

Silencios de niños, de perros, silencios de aves, de hombres rendidos

 

Aquí en el océano de silencios que cobijan mi alma

Recostado a presagios que adivinan imágenes

Entre sombras nocturnas que auguran ausencias

Escarbo aullidos entre recuerdos y deseos

 

Supongo el sonido del niño y sus juegos

Del río imperturbable atravesando montañas

La lluvia constante agujereando la tierra

Mi mano piadosa acariciando tu vientre

 

El silencio de ausencia convertido en deseo

El de los labios cerrados provocando el delirio

Los párpados sellados memorizando orgasmos

Y tu pecho y mi pecho compartiendo el  latido