El silencio decapitando los sueños, los anhelos
Encontrando el corazón apisonado, sin latidos
En una arritmia inconstante, sin esperas
Demorando el metódico flujo del aire, entre susurros anochecidos
Este silencio como piedra, inmutable, sin trinos ni cantos
Como apeteciendo sollozos, o los tiernos suspiros de un gemido
Extraviando miradas en el miserable abrigo del cuarto vacío
Silencios de niños, de perros, silencios de aves, de hombres rendidos
Aquí en el océano de silencios que cobijan mi alma
Recostado a presagios que adivinan imágenes
Entre sombras nocturnas que auguran ausencias
Escarbo aullidos entre recuerdos y deseos
Supongo el sonido del niño y sus juegos
Del río imperturbable atravesando montañas
La lluvia constante agujereando la tierra
Mi mano piadosa acariciando tu vientre
El silencio de ausencia convertido en deseo
El de los labios cerrados provocando el delirio
Los párpados sellados memorizando orgasmos
Y tu pecho y mi pecho compartiendo el latido