En el absorto silencio de la noche, muy cerca del ventanal de mi alcoba, se oye un silbido, un canto, un llamado. El sueño demora y la luna cristalina embriaga con su manto.
¡Ala de luz!
¡Esplendor de amor!
Devuelvo la mirada al firmamento y la veo descender. Es bella, única y fluorescente. Teje mi alma con su luz esplendorosa y la embriaga su mágico aletear. Es la Mirla encantada, que en cada plenilunio, deja en mis manos, diáfano mensaje de las estrellas.
Y la vida fue un sueño
Un suspiro, un dulce aletear del destino
Imagen: Tomada del muro de Tatita linda.
Luz Marina Méndez Carrillo/ 02062021/ Derechos de autor reservados.