Dice mi corazón, el que te
espera, que no te olvidará
aunque muera; porque hoy,
más que nunca, se siente,
más que cerca, a tu vera
como el firme pilar que
sostendrá la hermosa
estructura de tu cuerpo.
Apóyate en mí; descansa tu
todo junto a mi silencio y,
sobre la piel que espera a tus
sueños, descarga la furia que
guardan tus besos anegando
mi alma de pasión hirviente
sin que exista alguna
restricción de amor.
PABEDIZ