Cuando escucho esas angelicales notas musicales,
oro a Dios con fervor; esperando siempre
su incomparable bendición ante la vida,
cuando la desesperación me marca en relax;
Cuando contengo esos bellos sonidos inmemorables,
marco el momento preciso; pero, indeciso me siento
en poder refractar aquel recuerdo brioso
para amar por siempre entre el amor de tus besos tiernos:
El frenesí, la pasión, el llanto presentes ante el tiempo,
para sobornar mi tranquilidad por el día y la noche
oro a Dios con fervor y clamo la presencio de tus besos.
No percibo la radiante luz de tus abrazos matutinos,
hechos sedales cubiertos y adornados de tu frágil voz
mujer de mis pasiones antes de aquel agosto.
No estas ya en la línea verídica de la vida, peros sí
en mis pensamientos hechos pedazo en el recuerdo soñador,
pero sí presentes en mis sueños y en mis oraciones a Dios.
RIVAS JOSE
Barinas-Venezuela
03-06-2021