oscar perdomo marin

INEVITABLE

Inevitable

 

 

Miro al anciano y me veo mañana

cargado de silencios.

Le temo a la vejez más que a mis miedos

Yo reverencio la mano que se agarra

con ternura y necesidad.

Eso me ocurre cuando contemplo

la vejez, mimándose en el camino.

Siento terror el solo imaginarme

que una mano faltará.

¿Qué pasaría con él o con ella?

¡Qué terrible soledad la de los años!

Alguien quedará solo

y no sé porqué imagino que es él.

A lo mejor es que me observo a mi mismo

y por ahora me miro pasar en solitario:

El viejo va sin ella, agarrando en el aire sus recuerdos.

La vieja va sin él. Los dos se están muriendo.

¿Y yo? Sigo la huella. No se puede evitar lo inevitable.

La vida pasa corriendo y aunque quisiera

ya no puedo alcanzar el ritmo

de mis pasos de ayer.

 

 

Derechos reservados