Miguel Angel Altuve
No es un poema. Es que no quiero ser más libre...
John Stuart Mill, en su conocido ensayo On Liberty expresaba lo siguiente:
\"El objeto de este ensayo es afirmar un sencillo principio destinado a regir absolutamente las relaciones de la sociedad con el individuo en lo que tengan de compulsión o control, ya sean los medios empleados la fuerza física en forma de penalidades legales o la coacción moral de la opinión pública. Este principio consiste en afirmar que el único fin por el cual es justificable que la humanidad, individual o colectivamente, se entremeta en la libertad de acción de uno cualquiera de sus miembros, es la propia protección. Que la única finalidad por la cual el poder puede, con pleno derecho, ser ejercido sobre un miembro de una comunidad civilizada contra su voluntad, es evitar que perjudique a los demás. Su propio bien, físico o moral, no es justificación suficiente. Nadie puede ser obligado justificadamente a realizar o no realizar determinados actos, porque eso fuera mejor para él, porque le haría feliz, porque, en opinión de los demás, hacerlo sería más acertado o más justo. Estas son buenas razones para discutir, razonar y persuadirle, pero no para obligarle o causarle algún perjuicio si obra de manera diferente. Para justificar esto sería preciso pensar que la conducta de la que se trata de disuadirle produciría un perjuicio a algún otro. La única parte de la conducta de cada uno por la que él es responsable ante la sociedad es la que se refiere a los demás. En la parte que le concierne meramente a él, su independencia es, de derecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su propio cuerpo y espíritu, el individuo es soberano.\"
Y si seguimos la idea de Mill, entonces, somos soberanos en todos las decisiones que tomamos diariamente.
Por ejemplo, soy soberano en levantarme a las 4.30 am todos los días, a hacerles el desayuno a mis hijos y a mi Esposa, mientras ella en su soberanía, se levanta conmigo a trasmitirle esa soberanía a mis hijos para que se levanten a vestirse y a la escuela. Soberanamente, termino el desayuno, adelanto el almuerzo, me baño, me visto, despido a mi Esposa y mi hijo varón de 4 años, mientras la niña de 1 y medio intenta, en medio de tan temprana soberanía, entender por que su Madre se va y la deja, y suelta un llanto soberano hasta las 8.00 am que la dejo en la guardería, donde luego, con mi libertad en plena facultad, salgo corriendo a mi trabajo tratando de llegar antes de las 8.30am, a ejercer mi debido y libre proceso laboral que me dice que soy libre durante un mínimo de 8 horas al día de producir algo, quizás productivo o no, pero ahí debo estar. En esa libertad temporal fija de 8 horas tengo una hora para comer, que libremente me la permiten y obligatoriamente debo tomarla, cosa que disfruto al máximo, donde hago de todo menos comer: 15 min. para volver a la guardería de mi hija y buscarla, llevarla a casa de nuevo donde ya estará mi Esposa y mi hijo de vuelta de su soberana y libre jornada laboral, ya se me han ido 45 min. y solo me quedan 15 min. para volver a mi trabajo y continuar con mis otras 4 horas de pura libertad plena y dedicada. Alguien dijo café? Una pausa mientras limpian? Una pausa mientras algo sucede? Perfecto. 5 min. para almorzar, total y absolutamente libre, entendiendo que sigue corriendo el tiempo y se acerca la hora de salir. Salir nuevamente corriendo, libre y soberanamente, a hacer cola para comprar pan, o quizás conseguir harina, luego rogar para que alcance para un pedazo de queso, o algo con que comerse el pan, y me acuerdo de mirar la hora, porque cada 30 minutos el transporte aumenta 100 Bsf. más a la tarifa inicial.
De la manera más soberana y libre llego a la casa, beso a mi hijo, abraza a mi niña, saludo a mi Esposa, donde no se si es ella o un espejo que me recuerda el cansancio físico que genera tanta libertad. Jugar con los niños, o hablar con mi Esposa, donde el subconsciente esta armado para no hacernos quedar mal, y como en piloto automático responder: \"ujum.\" \"si\" \"no\". Sólo espero el anhelado fin de semana para disfrutar cada segundo de cada uno, con los 5 sentido puestos en ellos.
Aún no termina el día. Cerca de las 10pm, todos a dormir, y en medio de tanta soberanía recuerdo que hacer el amor forma parte de esa libertad genuina, aunque por mucho amor y conciencia que exista, las ganas físicas hacen un trabajo titánico para permanecer allí, intactas, en mi, en ella, en todos los que se levantaron temprano como yo y que están sonriendo exactamente por el mismo tabú hipócrita que genera el tema.
Finalmente, 1am. Ya vendrá el fin de semana y se recuperará el sueño. O diré como dice mi Padre \"uno descansa el día que se muere\".
Sinceramente, me siento el hombre más libre y soberano del planeta, con las ganas intactas de seguir cumpliendo con mi vida, con mis responsabilidades, seguir sintiendo como todo gira y yo soy parte de ese todo, de seguir luchando cada día por una vida, un entorno, un mundo mejor y técnicamente más aceptable.
Pero, sinceramente, gracias, con esta soberanía y libertad tengo y me sobra.