Quisiera preguntar...
Por qué me has clavado tu cuchillo de celos.
Lo hiciste apenas di la vuelta,
por la espalda, cuando estaba lejos.
No te importó el dolor de mi alma,
ni el dolor de mi cuerpo.
¡En que poco tiempo me diste tu olvido,
en que poco tiempo¡
¿Te mereció la pena?
Mejor no me contestes...
No me hagas mucho caso...
es que no me doy cuenta
que debo acostúmbrame a vivir...
muriendo.
¡En que poco tiempo me diste tu olvido¡
¡En que poco tiempo¡
Cortaste las amarras de la barca que
fondeada en la playa y atada a las rocas
era la esperanza de mi vida toda.
Te metiste en el alma de mis sueños...
curaste mis heridas...
borraste mis recuerdos...
mi corazón fue tuyo como lo fue mi cuerpo.
El ciclo de mi vida se repite...
pero no importa...me queda poco tiempo...
y además, te he perdido en la bruma.
Ya no quiero la barca...ni el descanso,
ni mis sueños, ni la playa, ni estar vivo, ni estar muerto...
Ya no me importa nada.
Solo echaré de menos esos besos
que me volvieron loco
para apuñalarme luego.
J.C.