Destrozó de mi fe sus ilusiones,
que vestían el rayo de optimismo;
esperando encontrar con mi lirismo,
del amor, sus hermosos pabellones.
Anhelando que nuestros corazones
desecharan rescoldos de egoísmo;
destrozó de mi fe sus ilusiones,
que vestían el rayo de optimismo.
Envolvía mi sueño en nubarrones
con perfecto disfraz de su cinismo;
y opacando la luz de mi espejismo,
con su boca pintada de traiciones
destrozó de mi fe sus ilusiones.
Autor: Aníbal Rodríguez.