Surgían las notas
las notas hermosas
en el pentagrama de tu vida
con la clave que tú le proponías.
Se entrelazaban
silenciaban, enmudecían.
Y yo quedaba absorta
tan grande era tu osadía.
Préstame tu melodía
ahora que ya no estás amiga,
ahora que los silencios se prolongan
y que busco tu anhelada compañía.
Quedaron entre mis manos
los cristales rotos de tu voz
como lejano y triste eco
rumor y viento veloz.
Las palabras se marcharon
las que fueron luz profusa
y dejaron en el alma
una sensación confusa