Hoy evocaba mis tiempos de fantasías:
Vino a mi mente el viaje de mis sueños.
La India, tierra de contraste y diseños.
El abacero te citaba y creía que tú irías
a elegir las exóticas aromas que ofrecía.
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En mi aventura solía andar hipnotizada:
Uno dijo: no mire a los ojos y fui tentada.
Como no mirar, si tantos ojos me veían,
te exhibían las bellas telas que vendían.
Al final, del Taj Mahal, quedé prendada.
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!Quedó grabado en mi alma y memoria,
el amoroso motivo que creó la historia!