Raiza N. Jiménez E.

El Taj Mahal: el palacio del amor.-

Hoy evocaba mis tiempos de fantasías:

Vino a mi mente el viaje de mis sueños.

La India, tierra de contraste y diseños.

El abacero te citaba y creía que tú irías

a elegir las exóticas aromas que ofrecía.

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En mi aventura solía andar hipnotizada:

Uno dijo: no mire a los ojos y fui tentada.

Como no mirar, si tantos ojos me veían,

te exhibían las bellas telas que vendían.

Al final, del Taj Mahal, quedé prendada.  

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!Quedó grabado en mi alma y memoria,

el amoroso motivo que creó la  historia!