Te miro, me quemas
Me acerco a ti, te toco y primero quiero sentir tus vibraciones penetrar poco a poco y escrudiñando cada peldaño de mi ser, y avanza y avanza.
Tu calor
Ese calor me penetra por el centro de mi vientre, quemándome poco a poco y sin parar, va bajando hasta llegar al inicio de mis entrañas, invadiendo un calor tan sofocante, que ya no es posible aprisionarlo dentro de mí.
Ven
Ven y bésame con esos labios carnosos. Y tan hábidos de amar. Esos labios tan calientes y ardientes que son como frutos suaves, cálidos y dulces.
Quiero
Quiero que tus besos recorran cada espacio de mi ser llenándome de ti, llenando todos los espacios vacíos, arrasando con todo, que no quede nada de mí.
Ven por favor y no me dejes así, no quiero que te vayas sabes que no quiero otra cosa que tus labios en mi boca, vamos que por ahí se cuelan todos esos deseos y menesteres del amor. Ya lo demás, es solo la culminación de nuestras agotadas energías, que pronto bajaran hacia el declive de nuestros ya servidos deseos.