Tu corazón respira y sigue ahí.
Lo doblas, lo tuerces, lo estafas,
le mientes,
lo sobornas, lo escondes, lo engañas,
lo duermes.
Has aprendido a maniobrarlo y el hace como que no muere.
Tú corazón viene de muy lejos, del sabor a yerba en el viento
y un arrullo de mar
en el vientre.
Va contigo desde siempre tu corazón,
y le temes.
Sabes que no se traga el cuento
que murió en el incendio.
Sabes que anda sigiloso y atento a la próxima llamada,
en espera de la voz que le diga:
la vendimia comienza y las uvas ya están
¿ vienes ?