Confieso el pecado de quererte,
confieso que hago trampa a los recuerdos y te robo para mi, los engaño y te traigo a mi presente.
Juego con tu rostro en la imaginación...
y estás ante mi, te tomo con mis ganas de besarte, te arranco cada aliento de pasión con cada beso.
Capturo tu mirada y hago propio lo profundo de tus ojos verdes, no son míos ya lo sé pero es mi sueño y nada más.
Sé que delato esta obsesión por cuánto quiero verte, y disfruto tus retratos pues éstos y tus líneas son mi deleite.
Me conformo con la idea loca de tenerte, con lo iluso de aquel sueño de robarte para mí y siempre poder amarte.