Raiza N. Jiménez E.

A la Milagrosa.-

Señora de la misericordia y el dulzor,

a ti acudimos los hijos de esta tierra

que, en el dolor, a la oración se aferra.

Milagrosa que, con tus pies pisas terror

y, a quien, las serpientes tienen temor.

Tú que has sido Madre y Señora, mira

a tu prole, que la canalla daña con ira.

Rogamos Madre bendita con humildad;

Suplicamos nos llenes el alma de bondad

y te pedimos nos ayudes a vivificar el amor.

En un acto de clemencia te rogamos Libertad.

Señora llena de bondades escucha a tu gente,

ten con ellos un acto de piedad y humanidad.

Tú conoces, por tu hijo, a los seres sufrientes.

***

¡Ante tu trono acudimos pidiendo indulgencia,

perdón por los fallos y un acto de benevolencia!