Recorro la mirada en las calles
buscando la memoria de los pasos
que quedaron atrapados
en el aliento de las manos
Agonizan las horas de los sueños
y el respirar de la tarde
camina sin descanso para mecerse
en los brazos del mañana.
Cada latido de la piel
se aferra a la risa de la luna
con la ilusión de mirar los labios
parpadeantes de la vida
Se detiene el andar de mis huellas
en cada esquina.
Te miro, te busco, te vivo.
Se ha quedado tu mirada
en las pupilas de mis ojos