Bienvenidos a la fiesta -dijo la voz-
esta noche será eterna.
En la mesa está el vino
que se ha prometido
añejado en las ubres de la vaca.
En la sala
están las mujeres más bellas
dispuestas, para los hombres más
grandes.
El pedestal sostiene una sombra
un mantra danza en el aire
¿Escuchas los cantos nuevos?
¿los tambores
y los arpegios lejanos?
¿Escuchas los cascabeles
de la serpiente?
se enrosca y se muerde la cola
formando un círculo
sopla el viento del norte.
¿Escuchas lo que dice la noche?
dice: la soledad no existe,
siempre hay alguien que no se deja ver.
¿Conoces el sonido que hace
quien desea hablar
pero no encuentra palabras
para expresarse?
Ahora escucho ese sonido,
estoy en trance.
Ahora, dentro de mí está el universo,
dentro de mí están las águilas
que se asoman por mis ojos
están los lobos que se asoman
por mi boca.