Los árboles hacen gimnasia
con los sueños de los pájaros,
sus nidos son pies descalzos
escondidos en el vientre
preñado de nostalgia.
Las palabras del viento deambulan
buscando azarosamente
la piel desnuda
encallada en los brazos de la lluvia.
El beso de dos almas
rompe el silencio impaciente
con la mirada en la almohada
sombreada de telarañas.
Ha nacido en las manos de octubre
un aire bañado de infancia
vestida con colores de risa
y aroma de vida en los ojos.
Se conmueven los ríos
porque están rebosantes
de voces con labios de luna
que arrullan la oquedad del alma
No me sorprende
la magia de octubre
porque nunca se marchó la voz,
porque para siempre
quedó anidado su aroma
debajo de la piel.
El misterio de octubre
ha hecho renacer
los huesos secos
y los pies descalzos
han vuelto a volar.