ENTRE TU Y YO
Nunca busqué palabras para ser leída,
ni historias para ser amada
preferí el paso de la emoción escondida,
reflejándose en mi silenciosa llamada.
Anduve por playas donde crecía la yerba,
donde llovía mil veces al año
¡Cuántos suspiros se llevó la tormenta!
mis pies se ahogaron en aquel triste baño.
Nunca busque gritos para clamar el llanto,
horas de soledad, apagaron mi canto
busqué la paz del pobre por los caminos,
para que mi vida no fuese un pozo amargo.
Veía a Las olas reír con las gaviotas,
desde la oscuridad de mis zapatos
mi ser inseguro, buscada tierra firme,
algo como el amor, que corre caminando.
Nunca busque tiempo para soñar despierta,
con recuerdos que nunca me olvidaron
Pero la vida es dura… ni perdona ni olvida,
y mis sueños se fueron apagando.
Ana Mari Barroso.