Zoraya M. Rodríguez

**~Ensayo: El Fracaso~**

Ensayo: El Fracaso

Es el fracaso amigo mío, sí, primeramente, no es de todos, pero, todos los hemos experimentado alguna vez en nuestras vidas. El fracaso te debilita hasta los huesos, si ante todo, se da como el primer lugar en tu experimentada vida, cuando ocurre el fracaso en tu corta vida, pero, es demasiado como para destruir todo y derrumbar ante tus ojos la forma de ver la vida. Cuando en el trance de lo imperfecto se da el fracaso en la vida, cuando no llega el éxito hacia la más perfecta cúspide o en la gran e inmensa cúpula. Cuando en el deterioro de la vida se da como la más perfecta sustracción de creer en lo opuesto como el antónimo del éxito. Si el fracaso es como una mala sensación que te deja hecho triste, en soledad y en una triste desolación. Porque aunque no lo creas quedas solo, como una triste soledad en que se siente como el mismo desafío de haber hecho hasta lo imposible de crear el éxito en tu vida corta, pero, es más largo el fracaso cuando lo experimentas en tu vida. Cuando ocurre el desastre de creer en el embate del mal vivido, cuando el fracaso llega y sin más ni menos la posibilidad de creer en el éxito venidero.

Es el fracaso amigo mío, aunque nadie es amigo después del fracaso, sólo que ésta vez te escribo como amigo, aún sabiendo de tu fracaso. Es el fracaso el que te da desilución, ansiedad, y un estrés demasiado insoportable, y sin embargo, es el triunfo y si el éxito es como poder alcanzar el cielo en tus manos lleno de soledad, derribando el cielo de nubes grises puede que llegues al éxito combatiendo fríamente y verdaderamente con la verdad entre tus manos. Cuando el fracaso te llena de odios, y a la vanguardia de obtener éxito te llega a la razón de perder el éxito y ganar el fracaso. 

Es el fracaso amigo mío, si es voluntad de atraer la desesperación y lo inconcluso de ver el cielo con nubes grises y de haber creído, en el éxito, pero, sin ser verdaderamente comprometido en ser contundentemente real en tu corta vida, porque aunque no lo creas la vida es tan corta como es corto el fracaso también, si así lo deseas tú. Es el fracaso el que interrumpe en el ocaso frío y en un terrible desastre, cuando llega el fracaso a tu vida. Cuando ocurre el desafío de creer en el fracaso autónomo de tu propio destino. Si el fracaso se debe a dos cosas en la vida, no hacer bien las cosas y por no haber aprendido las cosas. El fracaso se siente como una mala disciplina, un mal sentido, cuando experimentas el fracaso, pues, se decae el mundo y, por ende, la vida. Solamente intentando otra vez en diferente forma y estructura puede y que a la tercera se te de el éxito sin ese primer fracaso. 

Es el fracaso amigo mío, que no es de principiante o novato ni de una persona con experiencia, sino que todos, o la mayoría de todos han experimentado con el fracaso, pues, en el tiempo y más en las vivencias se da como principal embate de poder hacer algo nuevo o tan diferente, pero, cae en el fracaso lo que intentes hacer, pues, es la forma que tienen algunas personas de perder para ganar y de tener éxito después del fracaso. El fracaso te hace sentir débil, indefenso y propenso a caer en vicios y malos hábitos, pero, al final se te da la preferencia de obtener en superficie un total éxito que ni recuerdes el fracaso que la vida te hizo para comprender muchas cosas y obtener la experiencia y la vivencia autónoma para poder decir que tu éxito es tuyo y de nadie más, pues, como llega el éxito llega el fracaso, y como llega el fracaso también llega el éxito. Sólo es la forma de cómo lo mires y que lo observes, cuando en el embate se da como el reflejo más raro de los soles sin cegar a tus ojos, porque o sino sería un sólo y un total fracaso. Si se da como la primera vez en todo, es el fracaso o él éxito, es como enredar la buena o mala suerte entre lo que más hagas, o en lo que te desenvuelvas, porque el fracaso llega y no se vá, y si se vá sólo es con el éxito intentar otra vez y con mucha soltura y tener el éxito. 

Es el fracaso amigo mío, el que llega y me parece que no se olvida jamás. Cuando en el embate de vivir se da lo más pernicioso cuando dejas el dolor y el llanto por el fracaso débil y por demás inconsecuente cuando más y más, se da como el aire que se vuelve como el desaire. Cuando en el trance se olvida más y más, cuando en el instinto se siente como el capricho más indeleble en un sólo desastre. Cuando en el olvido se siente como la sola soledad en que se da como el mismo desastre de creer en la frustración indeleble de creer en el mayor desenfreno y en la decepción inocua y trascendental. Cuando en el imperio se da como la misma magia de existir y de querer barrer con la mala suerte que no deja el solo fracaso. Cuando en el trance se da como el mismo vivir o querer morir por el fracaso o como la misma frustración de querer caer dentro del mismo revés de creer en la eterna frustración. Cuando se da como el mismo desierto mágico en que se siente como el mismo odio odiando a tu propia decepción frustrando en el camino la buena o mala suerte. 

Es el fracaso amigo mío, además, es el que llega como la misma mala suerte o como la misma razón y sin poder vivir. Cuando en el tiempo sólo en el ocaso frío, se siente como la frustración perdida. Y de querer en el trance de la perdición cuando en el combate se da como la misma distancia y de poder creer en el desierto más impetuoso. Cuando se da como el universo frío o como el mismo embate de poder saber que el silencio se siente como el mismo silbido de un triunfo o por un éxito. Cuando en el alma se vé la luz cuando brilla por el éxito, pero, no por el fracaso cuando se debilita la total razón. Así que, es mejor el éxito que el fracaso cuando obtienes en tu vida el acierto verdadero y no tan falso como puede ser el débil fracaso si así tú no lo escoges.