Cantó frío amor con huecos
rabdomante del placer sin besos
apenas eróticos fueron sus versos.
Cantó paisajes hibernales desnudos
salinas espumas, azabaches de humos,
impulsión de soplidos desde embudos.
Cantó en éxtasis la victoria tramposa
dulce polen y alienante amarga droga
al atrapar la bella y grácil mariposa.
Cantó loas cimeras al líbero trabajo
cerebro arriba, músculo tenso debajo,
ganancias fiduciarias de hombre amado.
Cantó su juramento de sed policial
atrapando de dos al menos inmoral
y libertad ufana al otro delito crucial.
Cantó solemne su proyecto de leyes,
poder de rey, pegotina de mieles
ingenuo cardumen de pejerreyes.
¡Cuántos cantos de viles polifonías,
azulada serial invicta de tropelías
aprecian las más próximas cercanías!
Conjunción de los vítores afamados
en seudas apoteosis tan mutiladas:
oran triunfo de la fe solo... ¡los honrados!