Ayer murió y ya no la quiero despertar,
porque en mis sueños siempre la veo
sonreír y cantando la canción de juventud.
Corres serena con este soñar leve porque
tu aliento es la esencia del más placer
de las drogas. Y soñé hace poco, tu gloria
ardiendo en un abrazo diciéndote al oído:
\"siempre he soñado con este momento\".
Esta dicha, aunque siempre hecha sombra,
no importa, escuchar tu blanca fuente de poesía
sería igual que beber agua cuando hay sed.
Tu sonoro cristal no adormece mis palabras;
tus pétalos de rosas jamás abandonaron el sol:
dime si lloras estrellas para besar tu dulce alma.
NACHO REY