Y llega el día para despedirte.
De eliminar la última hoja del calendario y reemplazarte
Hay muchos que quisieran olvidarte
Pero a ellos y a ti quiero decirles:
Estoy aquí, pensando y escribiendo
Buscando expresar mis sentimientos
Y si, siento que vivirte ha valido la pena.
Nada a sido igual contigo, Dos mil veinte.
Has sido duro con el mundo
Pero, como el recuento de la vida,
al final siempre la suma es positiva.
Te agradezco lo bueno y no tan bueno
Los momentos de dolor y de alegría
Lo que tu me brindaste cada día
Porque así lo ha querido el Dios Supremo.
Y a Él pido, para el dos mil veintiuno
Envíe a cada uno su regalo;
Anhelos de justicia hacia el hermano,
Consuelo para quien está sufriendo
Y, por sobre todo,
Que cada uno de nosotros
Pueda regalar una sonrisa cada día