Encontrarte nuevamente por azar en el camino
trajo un recuerdo perdido que andubo de peregrino.
Un recuerdo que fue bueno para analizar mi vida
convertida en metáfora para curar una herida.
Las iluciones pasadas las guardé en el corazón
cerré con llave la puerta, dejé elegir la razón
pensé que estaba curada, vivía feliz otro amor
sólo estoy acostumbrada y no sentía el dolor.