La historia de su vida
no fue ni larga ni corta,
solo las páginas de un libro
viejo y cansado
reposando en algún rincón del corazón
deseando de ser alcanzado
por alguna estrella que le hiciera un poco volar…
Volar y volar
y dejarse llevar por remolinos en la mar…
Era solo un pobre muchacho más
soñando con caminos donde sus huellas pudiesen brillar…
Un muchacho más soñando a ser hombre
en la gran ciudad…
Y preguntando a las estrellas
logró alcanzar inviernos de fría soledad
abrazado a su ansiedad…
Y Volar y volar
y dejarse llevar por remolinos de mar…
Cuando dejó su hogar
solo pensó en caminar sin mirar atrás
siguiendo los latidos del viento al pasar…
La vida se abría como una flor
de suaves aromas y frescas mañanas
y con la mirada alzada al cielo
se prometió no caer…
Y tropezó y cayó
una y otra vez como cae la lluvia en abril
y la lluvia impidió ver sus lágrimas y su sol…
Y tropezó y cayó
una y otra vez contra sus propias paredes de cartón…
Pero no hubo jamás… nada ni nadie
que impidiese sus ganas de volar…
Y volar y volar
y dejarse llevar por remolinos en la mar…
Mo Anam Cara
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