Desearía pensar
que la esperanza
no es algo peligroso-
que puedo jugar con ella
como alguna vez jugué con mis muñecas-
en aquellos tiempos cuando yo tenía
el control del juego-
En mi reino-
los juguetes obedecían
a mis caprichos
y hoy siento
que juego un juego-
con reglas que no inventé
y que tantas veces des-conozco
hoy siento que ese juego
me está ganando-
y que no es opción abandonar
este poema- esta vida- esta nostalgia tan mía-
La esperanza a veces se siente
como algo peligroso
y más allá del juego-
me empuja-
sin pensar en la niña que un día reinó
en su reino de fantasía-
sin pensar en la mujer
que en nada reina
y que aquí está
temiéndole a este ahora-