Son las 1:38 de la mañana
y me encuentro otra noche desvelado
pensando en cómo se sentiría estar en tu cama
pero sigo con estos sentimientos abandonados
Me gustaría pensar que un día
podré tocarte con estos brazos
que están ensimismados por la melancolía
que constituyen estos retazos
en cuya tristeza mi profunda devoción se escondía
Pensando en el momento
en el que nuestros labios se encontrarían
subí una noche al techo de mi habitación
y decidí que saltar era mi única salida
antes de verme consumido por tu amor
que era lo único que quería.
Quizás debería abandonar la causa
y ceder por completo ante estos pensamientos
pues nadie mejor que ellos sabe
que mi corazón no es capaz de satisfacer tu aburrimiento
y tarde o temprano la apatía aparecerá
y no habrá nadie que podrá salvarme de ese tormento.