No temo al desprecio, nunca,
Temo yo, siempre al olvido,
siento el pánico de lo ido,
un miedo terrible y oscuro,
dolor del alma…tan puro.
Yo añoro la casa azul,
La fe pequeña… el baúl,
¡Custodia lo prohibido!,
Deseo nácar, ¡escondido!,
Siempre anhelante...¡ futuro!.
Paco José González