Moría por tu amor,
no lo notabas
pero ahí, estaba ilusionado
queriendo darlo todo.
Tus ausencias me entristecían
sin saber la razón,
mi corazón se mentía
más la razón lo presentía.
Y un día comprendí
que era yo el que sobraba,
pues en ese amor idílico
tan solo yo amaba.