Te veo como si la naturaleza a favor de tu silueta se comportara,
mientras aprecio la complicidad del viento meneando tus hebras de trigo
recordándome los pastizales en época de cosecha que enamoran hasta al mas citadino.
Te veo y siento como tu mirada escudriña en mis adentros y pesca sentimientos escondidos
en la laguna de emociones de mi yo poco conocido.
Te veo y recuerdo el talento artístico que la vida tiene,
ese talento que logró decorar tu lienzo blanco con pinceladas, salpicando con gotas marrón tus mejillas
dando a cada parte de tu sonrisa la divinidad suficiente en cada mirada ardiente.
Te veo y escucho como el retumbar de tus campanas me seducen a asaltarte,
pero como marinero experimentado soy, amarro mi cordura y decencia en el mástil de mi conciencia
y soporto la tentativa a tus cantos que hipnotizan.
Te veo y...
otras mil cosas pasan por mi mente.