Andrómeda
vislumbró algún futuro casi mítico
en brazos de Perseo mitólogico
y allí surgió su raza en Micenas.
Ciudad de son guerrera
y benemérita
Y digo yo
¿de allí viene la sangre antropomórfica
de esta descendencia casi hedónica?
¿de actitud beligerante y algo helénica?
No hay donde consultar
ni como averiguar
la senda de la paz que se ansía
la que buscamos todos y la vía
es la amabilidad
y por delante la verdad
con bella diplomacia y fantasía.
Que en un instante llegará
que un día de arrabal arribará
cual noble
y multirítmica ambrosía.
Andrómeda.
Ya lo sabía.
Y Perseo.
Lo intuía.
Vaya usted a saber.
Si no es la misma.
Que usted mismo suponía.
Si no es la misma.
Paguese usted mismo
Con mi impropia utopía.