Veo en el ocaso de tu imaginación
frutas frescas y tesoros escondidos,
un altar de poemas con ensayos y sonetos
listos para nacer y descubrir el mundo
de mi ensoñación.
Si entregas tu alma al caos,
no encontrarás el rumbo de vuelta
y la luz de tus ojos
apagarán mi faro de palabras
y razones de poemas por existir.
Buscaré tu hilo mi bella musa gitana,
la sublime inspiración que condicen mis escritos
a una armonía sin fin,
la que tanto amo.
Desde el dolor de tus entrañas
hasta la forzada sonrisa en ese,
tu mundo lleno de dolor.
Quiero ayudarte mi pequeña musa
a encontrar el rumbo para
que tus ojos sean la luz
para que nuevamente
brillen en tus poemas.