Si las piedras del camino pudiesen hablar
hablarían de cuantas veces rozaron mis rodillas su aliento
y de cuantas veces mis lágrimas surcaron como mares... las grietas de su piel...
Si el sol en la lejanía pudiese sanar con su ardor
los sentimientos que un día fueron tormento en mi temida soledad
no volvería a soñar ni a creer que con el corazón se puede volver a amar...
Contemplando en la mañana los pájaros volar en libertad
las flores brotar en primavera
y el viento acariciar con sus manos el alma...
Me pregunto porque a solas he de llorar por ese amor que no ha de regresar...
Si las sombras en la noche me despiertan a deshoras
si la luz del alba no asoma su mirada en la alcoba
y los versos de hoy son telarañas que atrapan la mente y no la dejan respirar...
Porque aún he de soñar y creer que los sueños pueden ser realidad...
El tiempo pasa y mi agonía pasea entre jardines de cristal
atrapada en los pasos de esa encrucijada que a veces juega a no ser yo
y me habla de un dolor que hizo llagas en el corazón...
Las hojas caen en todas las estaciones de mi reloj
como caen mis rodillas una y otra vez en las mismas piedras de ayer
y no logro resolver la melancolía que reposa eterna en ese amor...
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MO ANAM CARA