[1]
No tuve tiempo de guardar luto a todas las casas que abandoné, una tras otra, en un intento sinfín de hacer frente a la precariedad.
La precariedad siniestra de quien no encuentra un hogar, porque ha nacido maldito, con su alma atada a nada y aún así tan arraigada a la luz flotante de la melodía poética.
Recorrí más de una vez
Los sembradíos de caña, el tronco antes del guardaganado y el amate blanco casi al final de la vereda
No purgué como debí nuestro puente de piedra
La cooperativa de mi escuela primaria y el aire amargo de la transición adolescente
Cuya marca indeleble explica, en parte, este poema.
Pienso en la obsidiana de vez en cuando, queriendo construir un mito sobre el origen de mi verso.
Pero mi verso no tiene origen, se pertenece así mismo y al camposanto.
Un verso infausto que encuentra libertad sólo en el gris oscuro de la remembranza.
[2]
Escribo con nostalgia sobre mi tierra
Como un poeta joven que se ha embarcado en la construcción de sí
Mas la nostalgia pronto acaba y me invaden rencor y desdén por mi tierra nativa que me lo dio todo y se encargó de arrebatármelo en pausas
Ahora me siento tan lejano, a esa tierra y a esa gente
Y lucho por el sosiego de quien ansía ser recordado, abriéndose camino en una tierra extranjera en la que las raíces serán siempre infértiles
¿qué lugar dará sosiego a mi alma?
La vida de las grandes ciudades me parece irrisoria
sin embargo; las encuentro llenas de literatura
¿quién dará sosiego a mi alma?
Otra alma mendiga, acaso, con la que nunca estuve destinado a encontrarme.
[3]
He ablandado el tono de mi tinta
Busco en las regletas la existencia que va de por medio en la escritura
Canto en silencio los Sonetos a Orfeo
Interiorizo las Elegías
La pasión carnal poco me interesa sin lenguaje
Y a pesar de ello no he dejado pasar más de tres noches sin masturbarme
El placer físico entorpece mi sentir tan sólo unos minutos
Después ha de volverse tan efímero que lo único que me genera es hastío
He filmado un sex tape recientemente
Quien lo vea encontrará en él tal decadencia que no podrá sino volver a hablar de poesía.