Señor de mis andanzas, eres mi adoración.
Todas las noches sueño tus labios besar.
Cómo negar esta desmedida tentación
que nubla mi razón y me impulsa a amar.
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Sé que podré esconder muchas cosas,
pero cuando se trata de ti y tu boca,
mis manos inquietas se mueven ansiosas,
te acaricio y mi loco corazón se trastoca.
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Mi cuerpo no se detiene en su andar,
inquieto y perspicaz te busca sin parar.
Sus deseos son libar la miel de tu besar,
hacerte el amor y en tu pecho reposar.
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Nada más dulce que esta hazaña realizar.
Si tú me lo permitieras no te dejaría escapar.
Viviría para amarte y mi pasión consumar
y, a la luz de la luna nos podríamos amar.
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A mi nada me detiene en este deseo carnal,
no soy una santa, ni lo quiero aparentar.
Contigo yo soy una mujer frontal,
Quiero que sepas que esto no es algo banal.
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Caballero, la suerte mía está echada!
Sólo espero que camines para el frente y,
si no puedes hablar, soy una mujer osada,
que comprende lo que tu corazón siente.
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¡Prefiero tener un amor desatado,
Que tener un amor encarcelado!
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Por: Raiza N Jiménez E.