Puedo pasar cien veces sin verte,
Pero el recuerdo nace como una curtiembre,
Desde tu mirada que muestra que es imposible no amarte,
Hasta el fascinante aroma de una arboleda de septiembre...
O tal sean mil veces,
Y mi pensar lo describo en las letras de mi pizarra,
Cómo el cara y sello de la vida que florece,
Hasta en la entonada melodía de una guitarra...
Amor aunque fueran mil y un año más,
Le robaré un espacio al intrincado destino,
Pero le hable al corazón creyendo que un día me besarás...
Pero de pronto y de a poquito vas conmigo,
Y yo solo quiero alargar cada segundo en ti,
Navegando en cada ola de este mar desmedido...