¡¡EXISTES!!
¡Existes, claro qué existes!...
Sí! existes dentro de mí, en mi carne, en mis huesos y en mi alma,
te llevo tan dentro de mí que no me vivo, te vivo a ti tan mío, cómo la vida
qué te trajo a mí en un tiempo en que la tristeza me habitaba y me sentía sola,
y mi alma lloraba noche y día en la soledad de mi agonía, del otoño de mi vida.
Y apareciste cómo un arcoíris inundándome de amor color del cielo y las estrellas bajaste
para mí y desde ese día existes como el agua en el mar y en sol de día y las estrellas del cielo.
Eres ese pedazo de cielo que me sostiene todos los días y todas las noches de encuentros
nocturnos, donde mi piel se confunde con el color de tu piel y nos envuelve la pasión
entre nubes de algodón y nos lleva de la tierra al cielo y nos hace ver a Dios,
y sentir la gloria en un canto místico y tu vida se junta con la mía en el universo,
y Dios bautiza esta unión angelical y sin profanar la palabra amor nos unió y nos guía
a sentirnos en las nubes escapando del amor terrenal, para ser más espirituales.
Llegaste y te quedaste tan dentro de mí y tu corazón late junto con el mío en cada palpitar
para abrazar la vida y la música que armoniza en la danza de dos cuerpos angelicales
unidos para ser uno, en un baile erótico donde la piel y el sudor corre por por entre mis
piernas y erotizados amalgamamos el momento de sentirnos y tenernos eternos porque
somos esa esencia qué comulga con la vida para dar más vida a la que nos nació y escogió
desde adentro, y fue así que embarazamos el amor con la pasión de un beso de fuego.
Te tengo entre mis piernas que tiemblan de pasión y deseos por ser de ti y para ti,
desde mis columnas de hierro que te contienen cómo el sonido de un estrepitoso trueno.
Existes, sí existes!! dentro de mí y me sustentas en tiempos de hambre y de frío,
y me siento en la gallardía de tu diestra de varón con deseos de poseerme con la mirada
arbitraria que te despertó pasión por mí y mis deseos ajustados a tus deseos para ser uno,
eras forastero en tierra extraña y ahora me habitas desde el alma, espíritu y carne.
Le he robado tiempo al tiempo, para poderte vivir en el ocaso de mi vida y ser de ti,
entre hojas ocre y tierra estéril y una piel ya sin lozanía, con los pechos levantados
como ofrenda a tus labios deseosos de sentirlos en tu boca y te engrandeces ante mí.
He salvado este tiempo que quiero recuperar para seguir sintiendo tus latidos
dentro de mí como la misma vida que te ofrezco para toda la vida y sentirte, tenerte
y vivirte dentro de mi alma, espíritu y carne como un regalo del cielo.
... ¡¡Porque existes! sí existe desde adentro de mí para vivirte toda la vida!!
¡¡ME FALTA VIDA PARA AMARTE Y TIEMPO PARA OLVIDARTE!!
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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