¡Ese huracán que me llevará
hacia tus corazones en la arena,
con tu nombre que jamás se borrará!
¡Ay, amor! En marzo conocí tu escena,
tu voz, tu mirada...Yo tu soldado,
en la batalla maldita bajo el peso
solitario infinito, no soy escuchado
por tu alma...este amor expreso
hacia tu danza, está bajo papel deshecho.
Mi juventud ya no existe y es quererte
ya sin edad, hacerte piedra y no tener derecho
ni a tu miedo. Alejandra, sin haberte
conocido, has sido un acento de alegrías;
pasarás en mi vida como la chica de las poesías.
NACHO REY