Francisco 1987

Nuestro destino es

La Vía Lactea

como una lavadora que gira

a mil por hora

mis huevos

mis huevos que se desfloran y abren de par en par como flores de otoño,

la vida

la vida que se entremezcla con la muerte en un azar extremo donde todo puede pasar

cualquier cosa en cualquier momento,

el amor

el amor cristalino y puro de un padre con su hijo, y la paciencia y la sencillez de forma y fondo, 

la locura

la locura de Lucifer que le teme a la luz, que se resiste a abandonar La Vía Lactea

que lucha con todas sus fuerzas y se abraza a lo queda de su corazón

el destino,

el destino - ¿ya escrito? - qué busca algo, quizás a nosotros..... decirnos que vayamos por todo porque nuestro destino es tocar las estrellas