Primavera lejana,
que te extraño de veras,
te me fuiste muy lejos,
me dejaste allá afuera,
me mirás hasta verme
que no espero un momento,
en la tarde de sol
con algún arcoiris
que deslumbra en el cielo
cuando llega el otoño.
Primavera añorada, a
nunciando el verano,
las canciones de antaño,
las que canto temprano,
las que canto de nuevo
repitiendo despacio
lo que nunca te digo
si me siento a tu lado,
las que canto sin pausa
para siempre buscando
encontrar un espacio,
una causa, una mano.
Primavera que estuvo
en mi cuerpo de niña,
que duró muchos años
sin saber la importancia
de mirarte a los ojos
como si alguna vez fuera
esa primera vez
que me llega en la espera
de un pedazo de amor
aunque nadie me quiera.