Mamá
no llores
Camilo no ha muerto
eso es mentira
Más bien está dormido
o camuflado
en el tácito respirar de los ejércitos del pueblo
Pero vive
Su presencia traspasó
el tímido cristal de la memoria
y se convirtió en grueso regimento
Ya no cabe duda
mamá
de que todos los días madruga con nosotros
Aunque no se le ve
como antes en las plazas
comprobarás que en todos los rincones de la patria
en cada brazo sudoroso de las fabricas
o en la campiña abonada con la sangre de los
azadones
crece fértil el haz de su victoria