innocencelost

memorias de una inocencia perdida

Capítulo primero: los dioses y los monstruos  

En la tierra de los dioses y los monstros 

Era yo un ángel de alas rotas 

Sufriendo, mirando las estrellas 

cálidas, distantes y ajenas   

 
¡Oh, de la hermosa levedad! 

Que me deja vivir creyendo en un sueño 

Fama, sexo, drogas, licor y amor existen por el duelo, 

edulcoran tus sentidos sin perder el tiempo. 
 

Dios está muerto, y junto con él, su paraíso; 

así pues, Adán y Eva se aferran a esta tierra llena de fango, 

caminando en el valle con dolor y lamento, 

esperando su inminente ocaso. 

 

Canto y bailo todo el tiempo, 

Porque estoy muy solo; 

Porque me estoy rompiendo. 

Pobre del canario que intenta echar el vuelo  

Pobre de él, porque solo canta en duelo. 

 

Pero acaso no es eso, vivir 

Caminar con pies sangrantes hacia la verdad 

Porque he aquí el humano que ama su humanidad 

Y con uñas y garras se aferra a la realidad 

 

Por ello no me rindo, nunca cedo 

Aunque busco 

Y no encuentro 

Sigo adelante, aunque me pierda 

Vivo, aunque muera