Matias 01

Nada más…

Tu rostro de aurora, de luz sonriente

y gacelas de agua brillando…

¡Nada más!

 

No importa los parpados abiertos

bajo el peso de la noche,

el barro en los ojos

y los huesos meciéndose entre malezas

ahogando sus distancias;

¡No importa nada!

Ni los aires cargados de viejas soledades

con sus peces de dolor

ingresando por la ventana

mientras voy hibernando

en el rincón oscuro de la ausencia.

 

Tus pies desnudos sobre el maizal,

sobre el campo de liebres,

con todo tu cuerpo

borrando todos los caminos,

llenándome de lámparas azules

las heridas que drenan su silencio

como olas muertas;

Tus ojos arrastrando las estrellas,

tus manos como aves calientes

aglomerándose en mi herido pecho.

¡Todo el aire es el amor

que te besa…!

 

¡Oh mariposa! Abrazada a mi primavera

adormecida.

¡Oh tu risa desnuda, hermosa, cristalina!

Mis ojos que estallan

cuando se atreven a besar tu rostro.

¡Tu rostro de aurora, de luz sonriente…!

¡Nada más!