Escúchame amigo, no te vayas,
escucha estas palabras que me salen del alma,
escucha estas palabras que te digo llorando.
Tus amigos te esperamos al borde del camino para
volver a transitar en bicicleta.
El sol saldrá de nuevo y nos espera una nueva travesía,
Amigo, no te vayas, deja que tu sonrisa nos llene de alegría.
Yo soy el que te espera ansioso como siempre,
como vuelan las aves cuando están despiertas,
para disfrutar de tu agradable compañía.
Las montañas nos esperan con sus empinados riscos,
con sus hermosas flores, con su hierba fresca.
Amigo, no te vayas que el día está muy joven
y el cielo despejado nos da la bienvenida.
Los hermosos paisajes pasarán frente a nosotros
y una y otra vez el sol alumbrará el día.
Yo soy el que presiente que no te marcharás.
Amigo, no te vayas, ven pronto a recorrer los campos,
a respirar el aire puro, a disfrutar la brisa golpeando nuestros rostros.
Amigo, no te vayas que la vida aún no termina.
Autor: Fabio Bohórquez Rodríguez
Registro No. 10-1051-81.
Dirección Nacional de Derechos de Autor.